Casi todos los conocemos y sabemos cómo se usan, pero no todos los conocen por su nombre.
Pueden ser ‘.com’, ‘.es’, ‘.org’ o tantos otros; su sintaxis es algo como loquesea.com y los utilizamos a diario cuando navegamos por internet.
Podríamos decir que un dominio es el nombre que tiene un sitio web para que pueda ser encontrado y recordado fácilmente.
Realmente un dominio es como el nombre de una persona. ¿Te imaginas que nos llamásemos por nuestro DNI en lugar de llamarnos por nuestro nombre? Sería de locos.
Pues lo mismo pasa con los dominios. Te permiten llamar por su nombre al servidor en donde está alojada una web, que es mucho más fácil que llamarlo por su dirección IP.
Por ejemplo, es mucho más sencillo escribir www.google.com en la barra de direcciones del navegador, que tener que recordar y escribir 172.217.16.228. El resultado es el mismo, pero utilizar el nombre de dominio google.com nos lo pone más fácil.
El dominio es el nombre que tendrá tu sitio web para que pueda ser encontrado y recordado fácilmente
El nombre de un dominio es único y por tanto no puede haber dos sitios web con el mismo nombre de dominio.
Si estás pensando en tener una web, este nombre deberás elegirlo tú y por eso te conviene tener en cuenta algunos consejos:
El nombre de dominio no debe ser largo.
Procura no exceder unos 15 caracteres de longitud. No dan para mucho, ya lo sé, pero es lo óptimo. Tampoco es algo que haya que seguir al pie de la letra y existen multitud de excepciones, pero si puedes busca un nombre lo más corto posible.
Evita la repetición consecutiva de caracteres.
Por ejemplo, si estás dudando entre fundacionnogales.com y nogalesfundacion.com, la primera oción no es aconsejable por repetirse el caracter ‘n’ de forma consecutiva.
Evita incluir guiones altos o bajos, así como otros caracteres especiales.
Se trata de no complicar innecesariamente el nombre.
Mejor sin números.
¿seisoceanos.com o 6oceanos.com? Pues mejor evitar el seis tanto en letra como número y por tanto no tener que aclarar si es con número o es con letra.
Procura incluir palabras clave en el nombre del dominio.
Por ejemplo, si tienes un blog de repostería podrías incluir la palabra clave ‘dulces’ y utilizar el dominio losdulcesdemaria.com
Desafortunadamente no es tan fácil encontrar un nombre de dominio que nos guste, que sea apropiado para la web y sobre todo: que esté disponible.
Y es que la mayoría de los dominios más apetecibles (por no decir todos) están ya registrados. Tendrás que buscar y encontrar uno que esté libre.
Para buscar y registrar el dominio existen multitud de empresas que ofrecen este servicio. Si buscas en google ‘buscar dominios’ verás que hay decenas de páginas (principalmente de proveedores de hosting y/o dominios) en las que puedes buscar un nombre de dominio y verificar si está o no disponible. La mayoría de las veces, encontrarás que en la misma página puedes buscar el dominio, ver si está libre y registrarlo.
Cuando tengas claro el nombre de tu dominio, regístralo (antes de que te lo quiten). Para empezar bastará con registrarlo por un año y podrás ir renovándolo todos los años.
Una vez que tu sitio web esté desarrollado y operativo, bastará con ‘apuntar’ el dominio a la dirección IP del servidor en el que esté alojada la web.