Has estado buscando información porque quieres tener una página web y has descubierto que hay webs autogestionables. Y claro, ahora te preguntas qué son.
Los sitios webs autogestionables aparecen en escena de la mano de los gestores de contenido y el propio nombre autogestionable ya te da una pista de por dónde van los tiros.
Se trata de sitios web cuyos contenidos, pueden ser modificados por el usuario sin necesidad de tener conocimientos de programación web.
Los contenidos del sitio web son los textos y fotos que va mostrándonos el navegador a medida que nos movemos por las distintas páginas que componen el sitio web.
Imagina que tienes un sitio web para tu negocio y que necesitas cambiar la dirección y los datos de contacto que aparecen en la web, porque has cambiado de oficina:
Si tu web no es autogestionable, necesitarás que alguien con conocimientos técnicos acceda a la carpeta en la que esté el documento en el servidor web y modifique los datos para subirlos de nuevo a la web.
En cambio si tu web es autogestionable, tú mismo podrás entrar a la consola de administración del sitio web desde cualquier dispositivo y modificar el texto con un editor, como si estuvieses modificando un documento word.
Esto es posible gracias a los sistemas de gestión de contenidos (CMS), que habilitan en nuestro servidor web un entorno gráfico para la creación y edición de contenido.
La ventaja principal de un sitio web autogestionable es precisamente la facilidad para añadir o modificar contenidos en la web.
Pero no es la única ventaja, ya que tener el contenido de nuestra web actualizado mejorará el posicionamiento SEO del sitio web.
Existen CMS generalistas, como WordPress o Joomla, con muchos años de experiencia a sus espaldas y que son ya un estándar en lo que se refiere a gestión de contenido. Estos pueden ser válidos para casi la totalidad de los proyectos web en los que se necesite un CMS.
Para el resto de proyectos que requieran una funcionalidad más específica del CMS, se suelen desarrollar a medida para el cliente.